jueves, 15 de octubre de 2009

Viaje de ida y vuelta de la gloria al infierno

Si estoy soñando, no me despierten


¡Honduras al Mundial! Muchos habían esperado 28 años para volver a vivir una alegría como esta. En mi caso, tenía toda la vida de estar esperando, pues para España 82 no había nacido.


¡Que emoción tan indescriptible! Debo decir que nunca había experimentado algo así. Cuando todo parecía perdido, cuando ya vislumbrábamos la visita de Forlan y compañía al Olímpico, llego ese gol de los gringos a falta de cinco segundos. Si, fueron cinco segundos los que separaron a los ticos de Sudáfrica, al menos por el momento.


Como millones de catrachos, sencillamente no puede contener el llanto. Un llanto que sale de lo más profundo del corazón, pero que se disfruta enormemente. Contrastante con las lágrimas ticas, que eran de dolor, que quizá no merecían, pero el fútbol es así.


Nos metimos de panzazo (pero no como el de Maradona) al mundial. Como dije ayer, habíamos tocado el cielo con las manos ante los gringos, para luego caer hasta lo más bajo, sobretodo, cuando Costa Rica ganaba 2-0. Y cuando nos revolcábamos de la desesperación y frustración, llegó el milagroso gol de Bornstein. ¡Thank you so much!


Pero que decir de Honduras. Pavon, ¡ídolo! No es grande el que nunca cae, sino el que cae y vuelve a levantarse. Y vaya como te levantaste, como la autentica ¡sombra voladora! Si ibas a quedar como el villano, ahora vas a ser el héroe y en los registros de la historia no solo vas a seguir siendo nuestro goleador histórico, sino que cuando se hable de Sudáfrica 2010, se hablará de Carlos Alberto Pavon Plummer.


¿Qué decir de los demás jugadores? La verdad no puedo decir mucho, porque no vi el partido, solo escuche la narración, pero entiendo que no fue un partido fácil y lo sacamos a puro coraje. Y tiene mucho mérito levantarse luego de una derrota tan dolorosa, mis respetos para cuerpo técnico y jugadores.


Y la afición, sencillamente espectacular. Si por afición fuera, no solo deberíamos asistir a todos los mundiales, sino que llegaríamos a todas las finales. Que apoyo incondicional. Pese a todo, una multitud despidió a los muchachos cuando partían hacia El Salvador, y eriza la piel, ver casi la mitad del Cuscatlan lleno de hondureños.


Sudáfrica, allá vamos, prepárate para la invasión catracha.


Si esto es un sueño, no me despierten nunca por favor, o por lo menos esperen que pueda ver a mi selección en el mundial. ¡VIVA HONDURAS!

miércoles, 14 de octubre de 2009

Hoy se decide todo

El Sábado la bicolor nos hizo tocar el cielo con las manos…para luego caer al infierno. No es que estemos eliminados, ni mucho menos, estamos vivos, pero cuando ya estábamos en Sudáfrica y teníamos la sensación de que nada nos alejaría ya de nuestro sueño, el mundo se nos vino abajo.


El GOLAZO de “Rambo” nos puso a soñar. Por lo menos en mi caso, nunca había celebrado un gol con sabor a mundial. Y creo que varias generaciones de catrachos tampoco. Estábamos seguros que con ventaja en el marcador y jugando en casa, era cuestión de tiempo para armar la fiesta más grande de los últimos años.

El país sumido en la crisis política encontraba una razón para volver a unirse. Pero todo se derrumbo con el gol del empate. No quiero crucificar a Noel Valladares (ya de eso se encargaron los periodistas), pero es un hecho que ese error nos bajo la moral, las revoluciones y cuando nos dimos cuenta, estábamos perdiendo 1-3.

Aun así, el equipo tuvo espíritu para ir a buscar el empate. No mostramos fútbol brillante, pero si entrega total. Rueda se la jugo con cuatro delanteros, encontramos un gol que anularon, luego Rambo se volvía a hacer presente, y volvíamos a creer. El Olímpico volvía a palpitar y llegó el penal, con la enorme posibilidad de al menos, no perder el invicto en casa.


Cuando Pavon tomo la pelota, me alegre que fuera el Idolo quien tomara la responsabilidad. Pero después me puse muy nervioso, ese nerviosismo que te invade cuando tu equipo se juega la clasificación. Algunos celebraron pensando que había sido gol, yo los seguí, pero no estaba seguro. Segundos después pude comprobar la mala noticia y mi mundo se derrumbo.


No fue tanto por fallar el penal, fue por quien lo falló. Y no es que por eso voy a dejar de admirarlo ni mucho menos, es que siento como propio el dolor, y todo lo que él pueda sentir y todas los críticas que supe que se le iban a hacer. Menos mal que la actitud adoptada por prensa y aficionados ha sido de respaldo.

Ahora dependemos de que los gringos le ganen a los ticos, cosa que no parece imposible, excepto porque los ticos han tenido en los últimos años esa particularidad, de ganar justo el partido que necesitan ganar, a diferencia de Honduras que pierde cuando más necesita la victoria.


Pero que los ticos no ganen no es suficiente, también necesitamos ganar en el Cuscatlan, donde al menos durante la hexagonal, nadie a podido con El Salvador. No hay razón para pensar que será fácil. El equipo salvadoreño a jugado buenos partidos y si esta eliminado, es mas por la falta de experiencia pues muchos jugadores son bastante jóvenes, pero al cierre de la hexagonal, han acumulado mucha de esa experiencia que les faltaba y querrán demostrar de que son capaces.


Confío en la capacidad de los muchachos, en la sapiencia de Reinaldo Rueda y en el apoyo incondicional que brindará la afición, que se ha ido por montones hacia San Salvador. Pero tampoco me hago muchas ilusiones, después de todo, teniéndolo todo para dar el paso, no lo logramos, así que no hay razones para pensar que podemos revertir esa historia negativa que nos persigue. ¿O si?

viernes, 9 de octubre de 2009

Ya es Hora

Estamos muy cerca de Sudáfrica. Creo que aparte de cuando clasificamos, nunca habíamos estado tan cerca. Y es que si bien para el mundial 2002 estábamos a un paso antes del partido contra Trinidad y Tobago, aun dependíamos de que México perdiera, caso contrario, había que ir a jugársela en el Azteca.

Hoy es diferente, estamos a un partido. Quedan dos partidos, es cierto, pero el de la clasificación es este. Basta ver las estadísticas para darse cuenta que de ganar, obligamos a los gringos a matarse con Costa Rica en el último partido y ahí, pase lo que pase en ese juego, nos favorece gracias a la buena diferencia de goles.

Ahora, si empatamos, no es del todo malo. Nos obliga eso si a ir a ganar en El Salvador, que vendrá con los ánimos bajos luego de jugar en el Azteca. No quiero pensar que pasa si perdemos, así que mejor insistir, en que podemos definir esto en 90 minutos.

Ganar no va a ser sencillo, Estados Unidos es un equipo que sabe a que juega, y tiene mucho oficio. Pero no es imbatible, como lo demostró en Costa Rica y en México. Sin embargo, a mi mas que el rival, me preocupa la propia Honduras.

Confío en Rueda, a pesar de no compartir algunas de sus decisiones. Con él Hemos matado fantasmas como Canadá, Jamaica, los partidos de local o Trinidad. Pero me da pavor la actitud de los ciertos jugadores, lo de siempre. Ya algunos andan jugadores están hablando de lo que representa el mundial, sin haber clasificado mientras otros suenan confiados en la estadística de haber ganado todos los partidos en el Olímpico.

A diferencia de otras veces, veo a la prensa más cauta. Por supuesto, con optimismo total, pero al menos la prensa escrita que es a la que tengo acceso, he visto que se refieren más a la gran posibilidad de la clasificación, que a la inminencia de la misma.

La afición, pues hace su papel. No hay lugar para otra cosa que no sea optimismo y apoyo incondicional hacia la bicolor. Si fuera por la afición, hacer días estuviéramos clasificados, porque de verdad que la afición catracha es noble. No tengo dudas que el Olímpico volverá a retumbar en apoyo y lo único que me va a doler si clasificamos es no poder estar allá para compartir la alegría con mis paisanos.

¡Vamos Catrachos! ¡Hagamos historia! Estoy seguro que podemos.